
El sistema
se caracteriza por sus "Troncos" metálicos
que, igual como sus predecesores de madera, van superpuestos y enganchados
en sus extremos para conformar las paredes, entrepisos y techos de
edificaciones de una, dos y tres plantas. Los troncos se fabrican
a pie de obra, de
cualquier largo y permiten levantar, con descomunal rapidez, edificios
con acabados de primera para una multiplicidad de usos: habitacional,
hotelero, escolar, médico-asistencial, militar y comercial,
así como
almacenes e instalaciones agro-industriales. Se presta también
para construcción de muros externos de protección, así como
para programas de auto construcción.

Las paredes
periféricas conforman un cascarón estructural
metálico, que se caracteriza por su singular resistencia
anti-sísmica.
Pero la edificación no queda necesariamente con troncos a
la vista porque, una vez levantado el cascarón, se procede
con el revestimiento de fachadas con paneles aislantes, sobre los
cuales
va una capa de cemento. La pintura da el toque final a una edificación
de maciza solidez característica de las edificaciones de
antaño,
con gruesos muros que le confieren una imagen de construcción
tradicional (con capacidad de aislamiento térmico).

Los troncos
de acero galvanizado (traído al propio sitio en
forma de bobinas) se fabrican en talleres itinerantes montados sobre
remolques. Por lo tanto, no se trata de un sistema de "prefabricación",
porque no implica dimensiones preestablecidas con obligatoriedad:
los troncos se fabrican a la medida. La parte metálica se arma
rápidamente y va conformando espacios ya de por si habitables,
que se prestan a que el usuario o el contratista local los vaya acabando
por cuenta propia, permitiendo así que gentes de cualquier
lugar se vayan convirtiendo en constructores de primera.

Construir
edificaciones de diversos tipos y tamaños en multiplicidad
de lugares sin infraestructura adecuada sería una misión
difícil de realizar con métodos convencionales de construcción.
En el caso del sistema Tronco, es siempre con la misma maquinaria
itinerante y con el mismo material que se fabrican a pie de obra los
troncos metálicos de cualquier largo. Estos sirven para armar
paredes, entrepisos y techos de todo tipo de edificaciones grandes
y pequeñas, de una, dos o tres plantas. Todo lo cual se logra
con mano de obra no especializada del propio lugar.
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